
Alhambra y Generalife
La Alhambra es una ciudad palatina ocupada desde el siglo XIII, que a lo largo de más de seiscientos años ha sido construida por culturas tan diversas como la musulmana, la renacentista o la romántica.
Su origen se debe a Al-Ahmar, fundador de la Dinastía nazarí, que tras instalarse en 1238 en la Antigua Alcazaba del Albaicín, le llamó especialmente la atención las ruinas de la colina de la Alhambra, decidiendo iniciar así su reconstrucción e instalar en ella la sede de la corte, comenzando la edificación de la Alhambra actual.
La Alhambra fue palacio, ciudadela y fortaleza, residencia de los sultanes nazaríes y de los altos funcionarios, servidores de la corte y de soldados de élite; alcanza su esplendor en la segunda mitad del siglo XIV, coincidiendo con los sultanatos de Yusuf I (1333-1354) y el segundo reinado de Muhammad V (1362-1391).
El Generalife, construido entre los siglos XII y XIV, es el palacio utilizado por los reyes musulmanes como lugar de descanso. La Almunia del Generalife era una hacienda destinada a la explotación agrícola y al reposo, con un núcleo de edificación residencial y una vasta extensión de terreno de cultivo y pasto, compartimentada en paratas o bancales mediante cuatro grandes huertas, aprovechando sus perfiles orográficos.